Como Quitar La Envidia De Mi Corazón
En muchos de los mensajes del ministerio tres palabras hemos hablado acerca de la clase de vida que Dios ha planeado para cada uno de nosotros; Sin embargo, esa vida que Dios ha planeado para ti y para mi tiene una enorme barrera que puede apartarnos por completo de vivir la vida que Dios hizo desde el principio. ¿Cuál crees que pudiera ser esa barrera?
No es la lujuria, no es el orgullo, no es el enojo, no es la preocupación, no es el miedo, no es el desaliento, no es la impaciencia. De hecho, probablemente no pensarías en ella, ya que es tan sutil que no nos damos cuenta del efecto tan dañino que causa a nuestra vida; y es tan sutil que mucho menos nos damos cuenta de cómo nos hace perder por completo el plan de Dios en nuestra vida. ……Así que; Esa barrera es……
LA ENVIDIA.
Envidiamos a alguien por lo que tiene, envidiamos a alguien por lo que quiere, envidiamos a alguien por lo que es, por cómo se ve, por cómo se siente, por lo que hace con sus vidas…. Y el problema de envidiar a alguien; es que nos obsesionamos con lo que no tenemos; nos obsesionamos con lo que no somos; que es ahí donde nos perdemos por completo del propósito de Dios en nuestra vida.
Es por eso que LA ENVIDIA es una barrera muy grande; ¿Y qué dice la biblia respecto a la envidia?
La Biblia usa palabras para la envidia como celos y codicia; De hecho, el décimo Mandamiento dice: No codiciarás. Así que la Biblia nos dice que no tengamos envidia, que no tengamos celos, que no queramos lo que no tenemos y que otras personas si tienen.
¿Te habías dado cuenta de que la envidia, la encuentras por todas partes? La envidia la encuentras en patios de juegos para niños, la envidia la encuentras en gente de cualquier edad, en grupos de personas, en escuelas, oficinas, entre vecinos, en política, en la Iglesia; La realidad es que la envidia está en todas partes.
En este mensaje quiero compartirte una parábola Jesús conocida como la parábola de los viñadores; y es en Mateo 20 donde Jesús nos da la solución para quitarnos la envidia de nuestro corazón, y de nuestra vida.